CON LA LUNA, YA VIEJA
Francisco
Urrea Pérez
Y la luna
vieja
Paseándose
con la astucia larga de su larga vida
Dejándose
acariciar por su tiempo ya cansado
Con el
sabor que le dejaron tantas vidas
Y los
afectos sobre su lomo arqueado
Y tú, Luna, que ya tu noche es todo el día
Veterana
mirada de misterios presentes
y de enamorados recuerdos.
Amada,
siempre amada, Vieja,
vieja
gata Luna.
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EN LA DULZURA DE MI GATO.
Francisco
Urrea Pérez
Te busco en los
vagabundeos de la memoria
En la gracia de los
caminos largos
En la angustia de las horas
sobre el reloj de arena
En la serenidad de los
soles sobre los sepulcros.
Y te encuentro
En los días consumidos
por los claveles ya marchitos
En las palabras que te dije,
que te digo y que se mueren
En las calles con oleadas
de transeúntes
En mi pecho de piedra y
de candela
En la mirada sobre tu
rostro por mi idolatrado
En esos tus mimos,
que se volcaron en la
dulzura de mi gato. |
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LA MAESTRA KARIM

GATITA.
Francisco
Urrea Pérez
Con ojitos
de cielo, de misterio y mar.
Moribunda
en la calle
apenas
en días de tu primera vida
Ensortijada
gatita recogida con amor.
Marrullera
y querendona gatita
Flamante
como la existencia en popa
Gatita
linda, calor y alma del hogar.
OJOS DE MININO
Francisco Urrea Pérez
Hay una puerta que brilla en la oscuridad
donde se merodea con sigilo hacia el destino
tiene el letargo felino del ensueño
Ahí, cavilan los umbrales del misterio
de amantes ojos con mirada al infinito.
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DEL
MININO
Francisco
Urrea Pérez
Habita
en un refinado silencio
Agazapado
en toda ostentación
Se
deja querer igual que las estrellas
Con
su mirada hilarante de rayo gélido
penetra
en la desnudez de la humana condición
Y
los cubre con mística indolencia
O
con ese amor desbordante de los clandestinos
como
el refugio vivo de comunera soledad.
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MININOS DEL MAR MEDITERRÁNEO
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MI YO GATO
Francisco Urrea Pérez
Mi gato sabe de habitarse solo
Y de hablarse con su ancestral
De ser fiera y arpador de afectos
De gozarse las máscaras en las noches rojas
Acariciado por tonadas de olvidado ventanal.
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MARUNOS
Viven en el maraíso
Hipnotizando la mar
Desnudando las olas
Maullando amantes
Por la humana soledad.
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EL
RONRONEO ES DEL GATO Y ES DEL MAR.
Francisco
Urrea Pérez
Se ruboriza la playa con los
pasos de los mininos
El maleconcillo se deja
pasear
Allá a lo lejos, donde las
palmeras son solo siluetas
Y el sol es desguarnecido
candil
Se desmama la alegría y
queda en libertad
de abrazarse al universo
De amar y solo amar, y amar sin
más!
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MELANCOLÍA CON EL GATO NEGRO
Francisco
Urrea Pérez
En
una vida de tantas
Se
topó con mi mirada un gato negro
En
la calle de los faroles viejos
Donde
van a morir los recuerdos.
Y
ese gato, me siguió los pasos
Y
fuimos hasta el sideral de las magias
Y ya
embrujados,
evocamos
a esa mano cariñosa y tibia
en
nuestras barbas de noches alunadas.
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LABERINTOS
EN LOS OJOS.
Francisco
Urrea Pérez
Sórdida
mirada de penumbra
o
de plena luz
Por
allá, por los laberintos del ánima
donde
viscerales afectos se retuercen
como
la muerte en pelea de gato montés.
Esa
mirada fulmina con odio y con desprecio
ese
silencio letal de inhumana ingratitud.
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Sansón y Dalila
GATUNOS.
Francisco
Urrea Pérez
Se van
metiendo como una sombra
Como
una ignota canción para el amor.
Esa compañía
misteriosa y soslaya
Voluntariosa
y calma
Dulce
como la muerte dulce
Amarga
y exquisita
Como
ese fiero sabor del coñac.
AQUILES
¡El héroe mimado!