jueves, 22 de febrero de 2018

MININOS






CON LA LUNA,  YA VIEJA

Francisco Urrea Pérez

Y  la  luna vieja
Paseándose con la astucia larga de su larga vida
Dejándose acariciar por su tiempo ya cansado
Con el sabor que le dejaron tantas vidas
Y los afectos sobre su lomo arqueado
Y tú, Luna, que ya tu noche es todo el día
Veterana mirada de misterios presentes
y  de enamorados recuerdos.
Amada, siempre amada, Vieja,  
vieja gata Luna.



*/*


EN LA DULZURA DE MI GATO.
Francisco Urrea Pérez

Te busco en los vagabundeos de la memoria
En la gracia de los caminos largos
En la angustia de las horas sobre el reloj de arena
En la serenidad de los soles sobre los sepulcros.
Y te encuentro
En los días consumidos por los claveles ya marchitos
En las palabras que te dije, que te digo y que se mueren
En las calles con oleadas de transeúntes
En mi pecho de piedra y de candela
En la mirada sobre tu rostro por mi idolatrado
En esos tus mimos,
que se volcaron en la dulzura de mi gato.

*/*







LA MAESTRA KARIM








GATITA.

Francisco Urrea Pérez


Con ojitos de cielo, de misterio y mar.
Moribunda en la calle
apenas en días de tu primera vida
Ensortijada gatita recogida con amor.
Marrullera y querendona gatita
Flamante como la existencia en popa
Gatita linda,  calor y alma del hogar.














OJOS DE MININO

Francisco Urrea Pérez

Hay una puerta que brilla en la oscuridad
donde se merodea con sigilo hacia el destino
tiene el letargo felino del ensueño
Ahí, cavilan los umbrales del misterio
de amantes ojos con mirada al infinito.









DEL MININO

Francisco Urrea Pérez

Habita en un refinado silencio
Agazapado en toda ostentación
Se deja querer igual que las estrellas
Con su mirada  hilarante de rayo gélido
penetra en la desnudez de la humana condición
Y los cubre con mística indolencia
O con ese amor desbordante de los clandestinos
como el refugio vivo de comunera soledad.





 






MININOS  DEL MAR MEDITERRÁNEO

MI  YO GATO

Francisco Urrea Pérez

Mi gato sabe de habitarse solo
Y de hablarse con su ancestral
De ser fiera y arpador de afectos
De gozarse las máscaras en las noches rojas
Acariciado por tonadas de olvidado ventanal.



















MARUNOS
Francisco Urrea Pérez

Viven en el maraíso
Hipnotizando la mar
Desnudando las olas
Maullando amantes
Por la humana soledad.















EL RONRONEO ES DEL GATO Y ES DEL MAR.
Francisco Urrea Pérez

Se ruboriza la playa con los pasos de los mininos
El maleconcillo se deja pasear
Allá a lo lejos, donde las palmeras son solo siluetas
Y el sol es desguarnecido candil
Se desmama la alegría y queda en libertad
de abrazarse al universo
De amar y solo amar, y amar sin más!






MELANCOLÍA CON EL GATO NEGRO

Francisco Urrea Pérez

En una vida de tantas
Se topó con  mi mirada un gato negro
En la calle de los faroles viejos
Donde van a morir los recuerdos.
Y ese gato, me siguió los pasos
Y fuimos hasta el sideral de las magias
Y ya embrujados,
evocamos a esa mano cariñosa y tibia
en nuestras barbas de noches alunadas.













LABERINTOS EN LOS OJOS.
Francisco Urrea Pérez

Sórdida mirada de penumbra
o de plena luz
Por allá, por los laberintos del ánima
donde viscerales afectos se retuercen
como la muerte en pelea de gato montés.
Esa mirada fulmina con odio y con desprecio
ese silencio letal de inhumana ingratitud.





Sansón  y Dalila




GATUNOS.
Francisco Urrea Pérez

Se van metiendo como una sombra
Como una  ignota canción para el amor.
Esa compañía misteriosa y soslaya
Voluntariosa y calma
Dulce como la muerte dulce
Amarga y exquisita
Como ese fiero sabor del coñac.









AQUILES
¡El héroe mimado!











































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